En el año 2013, un chico belga que vivía en Barcelona llamado Michiel Das buscaba trabajo de algo relacionado con el Marketing. Por aquel entonces la crisis apretaba mucho y conseguir ni siquiera una entrevista ya era complicado -algo que no ha cambiado demasiado y que sigue más o menos igual-, así que cansado de no obtener resultados decidió cambiar de estrategia y se le ocurrió una idea genial.
El viaje de mi tarjeta
Diseñó una sencilla tarjeta de visita con sus datos por delante y un pequeño texto por detrás en el que explicaba que esa tarjeta estaba haciendo un viaje. Hizo tres copias y se las dio a tres amigos con el objetivo de que la fueran pasando de mano en mano hasta que una de ellas llegara a alguien que pudiera ofrecerle un trabajo.
De esta forma Michiel ponía en práctica la teoría de los 6 grados, según la cual estamos conectados a cualquier otra persona a través de una cadena de como máximo cinco intermediarios, es decir, seis conexiones en total.
FOTO: Michiel Das – elviajedemitarjeta
El mundo es un pañuelo
La teoría de los 6 grados de separación surgió a raíz de un cuento corto de 1929 del escritor húngaro Frigyes Karinthy, titulado “Chains”, en el que jugaba con la idea de que el mundo en el que vivimos es una red social más corta de lo que nos imaginamos.
Esta hipótesis enseguida llamó la atención por su atractivo y su utilidad, pero no sería hasta el año 1967 cuando el psicólogo Stanley Milgram se propuso demostrarla empíricamente. Así que ideó el “experimento del mundo pequeño”, que consistía en elegir a personas al azar para que hicieran llegar un paquete a un desconocido que vivía en otra ciudad a miles de kilómetros, pero sin tener una dirección exacta. Para ello, este contacto inicial debía pensar en algún amigo o pariente que tuviera más probabilidades de conocer al destinatario final o que al menos lo acercara. A su vez, esa persona debía de hacer lo mismo, y así sucesivamente hasta dar con alguien que conociera personalmente al destinatario y poderle entregar el paquete en mano. Los resultados reflejaron que los paquetes tan solo necesitaron entre 5 y 6 intermediarios para llegar a su destino.
La aplicación práctica que le dio popularidad fue el Oráculo de Bacon, que es el número de actores que conectan a Kevin Bacon con cualquier otro actor, y que por supuesto respeta esta separación de 6 grados máximo.
Final feliz
En cuanto a Michiel, sus tarjetas viajaron durante unos 6 meses, recorriendo alrededor de 1400km de la mano de 16 personas, recibió 11 ofertas de trabajo, participó en 4 procesos de selección y finalmente fue contratado por una importante empresa, lo que muestra la importancia de tener iniciativa, ser creativo y sobre todo saber conectar con los demás.
Antonio Mateo
Inpside | Psicólogo en Barcelona