Haciendo zapping esta semana vi que ya se había estrenado la nueva serie de la FOX, Wayward Pines, una de las series que muchos esperaban con ganas desde hace ya algún tiempo, y que a primera vista parece un proyecto muy atractivo. Basada en la novela del mismo nombre de Blake Crouch, la serie está producida por el director M. Night Shyamalan (El sexto sentido) y tiene un reparto bastante interesante, con Matt Dillon (Algo pasa con Mary) como protagonista principal y con secundarios como Juliette Lewis, Carla Gugino o Terrence Howard. Así que me descargué los tres primeros episodios que me había perdido y tras un pequeño intensivo me puse al día.
Matt interpreta al agente del servicio secreto Ethan Burke, al que le encomiendan la misión de encontrar a dos compañeros desaparecidos por los bosques de Idaho, y que tras sufrir un accidente de coche acaba en el pequeño pueblo de Wayward Pines.
Y hasta aquí te puedo contar, porque Wayward Pines es de esas series fáciles de spoilear y que al mínimo descuido revienta en mil pedazos.
Aunque ha sido bien tratada por la crítica, también ha sido acusada de echar mano a multitud de referencias de series ya vistas. Es como si mezclaras en una coctelera Twin Peaks, Lost y algún episodio de un especial de Halloween de Los Simpson y los sirvieras bien cargado, porque por momentos la serie puede hacer explotar un poco tu cerebro con tanto misterio, medias verdades, manipulaciones y alguna que otra traición por en medio. Es un thriller-psicológico que plantea multitud de preguntas sin dar respuestas, dejándote con ganas de saber más, y todo a una velocidad considerable. Debe de ser porque solo serán 10 capítulos, pero es increíble la cantidad de cosas que pasan en cada episodio, especialmente en el primero.
Yo la seguiré viendo, me gusta. Es una serie intensa que no da el mínimo respiro para hacerse una idea sobre qué está pasando exactamente, pero sin llegar a agobiar. Puede que a veces roce lo absurdo o que algunas situaciones no se resuelvan de una manera muy convincente, quizá se tendría que haber pulido algún que otro detalle, pero la serie entretiene y engancha, y fácilmente se puede convertir en una buena distracción para este verano.
Antonio Mateo
Inpside | Psicólogo en Barcelona