El diálogo socrático es uno de los principales recursos utilizados en la psicoterapia cognitiva. Su objetivo es atacar aquellos pensamientos negativos que provocan trastornos como el estrés, la ansiedad o la depresión, y poco a poco irlos modificando hasta sustituirlos por líneas de pensamiento que permitan una mejor adaptación al entorno y el logro de los objetivos que uno se proponga.
Por lo tanto, el diálogo socrático es un método para deshacerte de pensamientos negativos y romper con aquellos esquemas que los generan. De esta manera tienes la oportunidad de empezar a establecer un nuevo patrón, un nuevo estilo, una nueva forma de trabajar y ordenar la información generada por todos esos sucesos que ocurren en tu vida, y crear nuevos esquemas que faciliten la formación de pensamientos útiles y adaptativos.
¿Cómo cambiar tu forma de pensar?
Poniendo en duda tus pensamientos negativos
El diálogo socrático en la psicología cognitiva se basa en los mismos mecanismos descritos por Platón en sus diálogos. Si en sus orígenes filosóficos la finalidad de este proceso era alcanzar una verdad a base de indagar, desarrollar y demostrar de forma lógica una idea, en psicoterapia se trata de desafiar la solidez de las creencias que te limitan y te bloquean.
Este proceso se lleva a cabo a partir de plantearse y responder a preguntas útiles que hagan que cuestiones y reconsideres aquellos pensamientos negativos que das por tan seguro. De esta manera se crea un diálogo que pone a prueba la capacidad de cada uno de cuestionarse sus propios pensamientos, su nivel de compromiso y sinceridad consigo mismo y con los demás, y la capacidad de desarrollar una autocrítica que propicie una mente abierta, flexible y adaptativa ante las exigencias del entorno.
¿Cuáles son esas preguntas tan útiles?
La capacidad para generar preguntas en un diálogo socrático depende principalmente de tu creatividad. El objetivo está claro: se busca que las respuestas a esas preguntas lleven a más preguntas hasta que la creencia negativa ya no se pueda sostener porque no tiene dónde agarrarse ni cómo justificarse.
En cualquier caso, para que un diálogo socrático sea productivo ha de incluir alguno de los siguientes pasos:
- Examinar las pruebas y los datos que se disponen acerca de un pensamiento negativo. Para ello se utilizarán preguntas tipo:
- ¿Qué pruebas hay a favor de este pensamiento?
- ¿Ha ocurrido anteriormente esto que pienso?
- ¿Cómo sé que esto que pienso es así?
- ¿Conozco a otras personas que les ha ocurrido algo parecido?
- ¿Que se me haya ocurrido quiere decir que es verdad o que ocurrirá así?
- ¿Estoy basando mis pensamientos en estados de ánimos o emociones?
- ¿Estoy empleando palabras exageradas como «siempre», «nunca» o «debería de…»?
- ¿Son mis objetivos poco realistas o inalcanzables?
- ¿Estoy pensando en términos de «todo o nada»?
- ¿Realmente esto que ocurre depende de mí?
- Explorar si hay opciones de pensamientos alternativos que expliquen mejor la situación. Aquí ayudarán preguntas tipo:
- ¿Cuál es la probabilidad de que esté interpretando de forma adecuada esta situación?
- ¿Estoy pasando por alto información que es importante y que podría cambiar mi punto de vista?
- ¿Existe alguna explicación alternativa por descabellada que ahora me parezca?
- ¿Hay otro modo de enfocar esto?
- ¿Qué pruebas hay de que estas alternativas sean las adecuadas?
- Valorar las consecuencias de mantener las creencias disfuncionales originales. Se pueden utilizar preguntas como:
- ¿Pensar así me ayuda a estar más cerca de lo que quiero lograr o a solucionar el problema que tengo?
- ¿Pensar así ayuda a sentirme como me gustaría?
- ¿Cómo me hace sentir pensar así?
- ¿Pensar de esta manera me ayuda a relacionarme satisfactoriamente con los demás?
- ¿Tiene alguna ventaja tomarme las cosas de esta manera?
- Plantearse qué ocurriría si eso tan negativo que se piensa es real y cómo actuar entonces:
- ¿Qué ocurriría si esto que pienso acabara ocurriendo?
- ¿Qué es lo peor que podría suceder?
- ¿Hasta qué punto sería malo? ¿Sería tan malo como pienso?
- ¿Es tan terrible?
- ¿Sería realmente grave o solo un contratiempo pasajero?
- Si esto le ocurriera a otro, ¿qué le diría para que pudiera afrontarlo?
- ¿Realmente esto es importante para mí? ¿Tan importante es en mi vida?
- Y finalmente, extraer una conclusión que resuma el proceso llevado a cabo y que implique una forma alternativa y más adaptativa de enfocar la situación.
Toni Mateo inpside | Psicólogo en Barcelona – Horta